Ciencia y Tecnología

Mini habitación portátil

Mini habitación portátil

La imaginación es la fuente de la que beben las personas creativas, las que no sólo plasman sus descubrimientos en obras artísticas sino también en objetos que pueden hacer más fácil la vida de algunas personas. En este grupo, en el que están los que dan rienda suelta a su imaginación, se encuentran los responsables de la empresa rusa Arch Group. Hace ya algún tiempo nos sorprendieron, tal como podemos ver en Dezeen, con una mini habitación portátil.

Para colocar en cualquier lugar

Se puede colocar en cualquier lugar. En un aeropuerto, en una estación de ferrocarril, en un centro comercial o hasta en un camping o en una plaza pública. Su fin primordial es permitir el descanso de la persona que ha de pasar unas horas antes de coger un avión, un tren, o continuar en un lúdico deambular turístico. En vez de dormitar sobre la barra de un bar, en la mesa de la terraza de una cafetería o en un banco de un parque, podrá alquilar una de estas habitaciones portátiles y disfrutar del descanso.

Con todo lo necesario

El nombre del invento es SleepBox. Algunas lámparas LED alumbran la estancia. Hay tomas de corriente para recargar el teléfono móvil, la batería del ordenador portátil o enchufar la maquinilla de afeitar. Sus dimensiones son de 2,5 por 1,6 metros en su base y 3 metros de altura, lo que permitirá colocar la habitación en muchos espacios inútiles de los lugares anteriormente citados. Puede tener de una a tres camas, cada una con su mesita de noche. Hay espacio, bajo la cama o camas, para el equipaje. Las ventanas disponen de persianas eléctricas.

Preparada para las nuevas tecnologías

Las SleepBox son ideales para disfrutar de un sueño reparador y pueden ser equipadas con elementos adicionales, como un televisor, un monitor con pantalla táctil, un router Wi-Fi, una alarma, un interfono o una caja fuerte. A mediados del mes de agosto del año 2011 se instaló la primera Sleepbox en la terminal Aeroexpress del Aeropuerto Internacional de Sheremetyevo en Moscú, Rusia. Lo que no sabemos es si aún sigue allí.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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