El Tema

Gotas con nanopartículas sustituirán a las gafas

Nuevas investigaciones apuntan a la elaboración de unas gotas que servirán para sustituir las gafas y lentillas en personas que presentan problemas de visión.

El estudio se encuentra todavía en sus primeras fases. Un descubrimiento realizado por científicos israelíes apunta a la sustitución de las gafas para personas que padecen miopía, astigmatismo y problemas similares de visión, por unas gotas que contienen nanopartículas.

Hasta ahora todos los experimentos se han llevado a cabo en cerdos, animales que poseen un sistema de visión similar al humano. Habrá que trasladar las pruebas a las personas, con el fin de comprobar si los efectos son los mismos, aunque los científicos apuntan a que será así, aún no pueden dar fe a sus predicciones.

En ESCRS nos cuentan que el sistema de gotas presenta un funcionamiento de alta complejidad. Las gotas poseen (o poseerán) la capacidad de adaptarse a la refracción que se produce en cada ojo de las personas que se someterán a sus acciones. Se sabe que afectarán a la córnea y que será posible adaptarlas a las características de cada paciente.

Los resultados de la investigación apuntan a altas correcciones en la visión en personas que padecen miopía y hipermetropía, entre otros males. Las nanopartículas sintéticas que componen dichas gotas muestran, tras los estudios realizados, un potencial prometedor para la corrección de los males de visión que hasta ahora solo podía llevarse a cabo con la utilización de lentes graduadas, tanto en gafas como en lentillas.

No habría, si el procedimiento triunfa, que recurrir a complejas operaciones, necesarias para solventar algunos males, ni a la utilización de las citadas gafas y lentillas. Eso sí, habrá que esperar algún tiempo para ver si el procedimiento a emplear, resultante de las investigaciones, triunfa. Hasta ahora, como ya hemos indicado, los experimentos solo se han realizado en cerdos. Veremos lo que pasa cuando se trasladen a humanos. Los investigadores de la Universidad Bar-Ilan y del Centro Médico Shaare Zedek, asentados en Jerusalén, están ahora ocupados en comprobar que funciona igual de bien en humanos que en cerdos.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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