Existe un principio geométrico que dice: Por tres puntos en el espacio sólo puede pasar un plano y sólo uno.
Según el principio anterior, los extremos de las patas son los puntos que determinan el plano, en este caso el suelo de la habitación. Un cuarto punto, correspondiente a una cuarta pata, puede no estar en el plano de los otros tres. Por eso, las mesas de tres patas son las más estables.