Un estudio realizado el pasado año por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid, en colaboración con científicos del Instituto IMDEA Networks, de la Universidad de Oregon (EE.UU.) y de la Universidad Técnica de Darmstadt (Alemania), explica que el 75% de los archivos descargados en los principales portales, Mininova y The Pirate Bay, corresponden a un grupo de 100 usuarios, el mismo que sube el 66% de esos archivos. ¿Qué sentido tiene esto?
Si nos fijamos en el número total de archivos compartidos, alrededor de 55.000, podemos entender el por qué de esta actuación. El 25% restante se reserva a los usuarios anónimos, los que después de efectuar una descarga y descomprimir el fichero obtenido, examinan su contenido y observan que hay un documento, generalmente en texto plano, que contiene al menos un enlace a un sitio web, el de la persona que ha subido la película, la canción, la aplicación de software, o lo que se tercie. Al acceder a ese enlace el responsable o responsables de la web obtendrán un beneficio, el que le proporciona la exposición de banners publicitarios. Y si el visitante pulsa sobre alguno de ellos, el beneficio aún será mayor. Y no sólo eso. Ya son muchos los sitios que animan a los visitantes a darse de alta en sitios de descargas directas pagando una determinada cuota.
Y ya no digamos los riesgos que muchos incautos corren al iniciar una descarga. Creen que están descargando una película, la que aparece en el título, y lo que obtienen es algo que no tiene que ver con lo prometido. Han descargado pornografía pura y dura. Pero aún hay más. El malware forma parte de muchas de estas descargas. Troyanos, hijackers, spyware y hasta rootkits, acompañan a los archivos descargados.
Información obtenida de Bit-tech