Nuestra tierra es famosa por múltiples motivos. El paisaje de Galicia, sus playas, sus casas rurales, sus monumentos, su gastronomía… es único, y no lo decimos sólo los gallegos. La lista es interminable. Hoy queremos jugar con el buen yantar, ese que disfrutamos de vez en cuando, cuando la economía nos lo permite. A mi me encanta el marisco, me gusta el centollo (mejor si es centolla), los percebes, las ostras y, también, ¿por qué no?, las gambas. Por ello es de agradecer que de vez en cuando nos reunamos los amigos para disfrutar de una comida.
Hacía mucho tiempo que no nos veíamos. Para celebrarlo, Felisa, nos llevó a «La Barra» y nos invitó a una «mariscada». No os voy a contar como estaba todo de bueno, de apetitoso, sólo quiero proponeros un desafío, una prueba matemática asentada sobre la lógica. Este es…
Nos sentamos a la mesa y Felisa dijo:
— Cada uno que pida el marisco que más le apetezca.
El camarero nos trajo gambas, percebes, ostras y un centollo.
* Luis está sentado enfrente de quien eligió las ostras.
* Antonia se situó frente a Felisa.
* Yo me puse a la derecha de la persona que pidió percebes.
* Felisa nos miraba a todos feliz. Cuando terminó de comer en su plato sólo quedaban los restos de las gambas.
¿Qué marisco elegimos cada uno?