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Renovación en la cocina

Renovación en la cocina

¿Te ha pasado alguna vez que, tras una reforma, has decidido hacer un esfuerzo extra y cambiar mobiliario, electrodomésticos o cualquier otro componente de casa? Pues tienes que saber que es algo más común de lo que piensas.

Suele suceder, por ejemplo, en las cocinas, cuando tras reformarla y quedar mayor amplitud, los muebles viejos no quedan bien, y ya puestos, pues actualizamos la nevera, el horno, el microondas…. Pero cuando queremos darnos cuenta, el presupuesto se nos ha desbordado y hay que tirar de más ahorros, si se tienen, o pensar en ir al banco o solicitar un microcrédito online.

Y es que cuando nos disponemos a hacer un cambio tan importante como es la cocina, la inversión es importante. Tanto como que hay que estar muy seguro de qué es lo que compramos. Muchas personas cometen el error de dejarse llevar simplemente por una línea moderna o un diseño atractivo, cuando lo ideal es que la practicidad sea la prioridad.

Poner por delante lo bonito de lo práctico, al final termina resultando realmente caro, porque los muebles y electrodomésticos de diseño tienen un precio mucho mayor por el simple hecho de ser eso, “bonitos”.

Cambiando los electrodomésticos

Dependiendo de los aparatos que queramos cambiar, deberemos hacer un pequeño estudio individual. Cada uno necesitará tener en cuenta ciertas características y necesidades.

Pongamos un ejemplo: la nevera, la reina de toda cocina. Dependiendo de las necesidades familiares habrá modelos que se ajusten mejor o peor a ellas. ¿Americano? ¿Dos puertas? ¿Combi? Todo dependerá del uso que vayamos a darle y, por supuesto, del espacio disponible para instalarlo. De nada sirve comprar un gran y práctico frigorífico americano si no tenemos espacio suficiente para colocarlo.

Después entrarán en juego otros aspectos no menos importantes, como si es No Frost, la eficiencia energética o el volumen útil.

Por otro lado, si vamos a comprar un nuevo microondas, habrá que tener en cuenta en primer lugar, si irá integrado o si tiene que ser sobremesa. Los integrados van empotrados en el mobiliario, mientras que los de sobremesa normalmente se instalan sobre la encimera. Después, habrá que estudiar aspectos como la potencia, al volumen interior y otras características, como si incluye grill o no, o los programas y funciones especiales que ofrezca.

Muchas personas piensan que el conjunto placa vitrocerámica y horno es una única pieza.  Realmente, no es así. Son aparatos distintos que se venden por separado. En ambos, la potencia y la eficiencia energética cobran especial importancia, pues son equipos de elevado consumo. Respecto a la vitro, será importante también el número y diámetros que tengan los «fuegos». En el horno, características como si es pirolítico o los programas en los que puede hacerse funcionar cobrarán importancia.

Una vez elegidos estos, ya solo nos quedarían accesorios, como la campana extractora o los pequeños electrodomésticos: batidoras, cafeteras, tostadoras, etc… si queremos renovarlas también, porque, aunque estos suponen ya un coste mucho inferior, todo va sumando y engordando la factura final.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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