Matemáticas

Un espeluznante dilema

Os invito, si no os invade el miedo, a que intentéis resolver el siguiente problema de Matemáticas. Utilizar vuestras capacidades lógicas para llegar al resultado sin tener que leer la solución.

Un espeluznante dilema

El atractivo país de Traslosmontes presenta particulares singularidades. Se trata de un lugar perdido en no se sabe donde, con un clima cálido y un paisaje en el que se combinan hermosos paisajes con espacios tenebrosos. Sus habitantes se encuentran dentro de dos grandes grupos, indistinguibles externamente: los humanos y los chupasangres. Los humanos, por naturaleza, dicen siempre la verdad, y los chupasangres, mienten siempre.

Pero aún hay más. Como ocurre en al mayoría de los países, existen humanos y chupasangres cuerdos y locos. Un humano cuerdo dice siempre la verdad, pero un humano loco siempre miente porque, al estar loco, piensa que dice la verdad. Un chupasangres cuerdo miente siempre, pero un chupasangres loco dice la verdad, ya que, al estar loco, piensa que está mintiendo.

Este verano, exactamente en el pasado mes de julio, hice una visita a Traslosmontes. Un día, ya al anochecer, me encontré, perdido entre arbolados montes, con un individuo de tez morena, andar suave y gran fortaleza física. Ante una pregunta que le formulé, me respondió: «Soy humano o estoy cuerdo».

Se presupone que los chupasangres tienen la desagradable costumbre de morder a sus acompañantes y así convertirlos en chupasangres, sobre todo cuando el sol se oculta dando paso a las tinieblas. En función de esto, ¿volví de mi viaje convertido en chupasangres o sigo siendo una persona normal?

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Solución

Los que no sean capaces de resolver el problema o quieran comprobar si su solución es válida, pueden leer lo que viene a continuación:

Supongamos que lo que dijo mi ocasional acompañante fuera falso. Entonces no era humano ni estaba cuerdo, por lo que tendría que ser un chupasangres loco. Pero sabemos que los chupasangres locos sólo pueden hacer enunciados verdaderos. Así que nuestro supuesto anterior es contradictorio: no era un chupasangres loco.

Se desprende del razonamiento anterior que el enunciado de mi acompañante era verdadero. Así que tenía que ser un humano cuerdo o un chupasangres loco. ¿Podría un chupasangres loco decir que “es humano o cuerdo”? Está claro que no. Por tanto mi acompañante era un humano cuerdo.

Conclusión: Regresé de mi viaje sin ninguna mordedura.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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