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Historia sobre la Psiquiatría

La evolución de la psiquiatría ha sido impresionante desde sus orígenes hasta el momento actual. A continuación mostramos información de como ha sido esta evolución a través de los tiempos, desde sus orígenes hasta ahora.

Historia sobre la Psiquiatría

Si estudiamos la forma en que el hombre de cada época se ha enfrentado al problema de la enfermedad mental, observamos que la respuesta estaba en gran parte determinada por la cultura propia del momento histórico.

La magia y la mitología

El hombre primitivo y las civilizaciones antiguas contemplaron la enfermedad como algo mágico o mitológico. La creencia más generalizada fue la de que el trastorno se debía a una posesión demoníaca como castigo de los dioses al incumplimiento de sus mandamientos. Pero en otras ocasiones se consideró que el paciente estaba poseído por espíritus sagrados y que, por esta razón, los dioses podían ser honrados a través de él.

El planteamiento terapéutico, según dominase una u otra creencia, resultaba claro. En el primer caso se intentaba aplacar a los dioses con plegarias y se realizaban encantamientos, pero si esto resultaba insuficiente, se torturaba a la persona afectada y se la sometía a privaciones, con el fin de convertirla en un mal receptor de dichos espíritus o para conseguir expulsarlos de su cuerpo.

En algunas sociedades se llegó incluso a utilizar la técnica de la trepanación cerebral para que, a través del orificio practicado, pudieran escapar los demonios. De la segunda actitud, en cambio, se derivaron incluso posturas positivas respecto a la comprensión de la enfermedad. Así, los griegos construyeron templos al dios Asclepio en los que el médico-sacerdote realizaba rogativas y ceremoniales, y donde el enfermo era confortado, bien alimentado y sometido a baños y masajes mientras escuchaba una música armónica.

Los primeros avances

Hasta el siglo cinco antes de Cristo no encontraremos avances que consigan superar las supersticiones y la medicina de los templos. Es entonces cuando Hipócrates (460-377 a. de C.) expresa la noción, recogida en el Corpus Hippocraticum, de que solo había una causa biológica de las enfermedades y que los tipos temperamentales estaban basados en una mezcla de los humores corporales.

Más tarde, en la Roma antigua, se aprecia una actitud humanística: Asclepíades (124-40 a. de C.) consideró que las anomalías mentales eran el resultado de trastornos emocionales. Areteo (30-90) estableció la noción de que el trastorno mental era una exageración cuantitativa del proceso normal. Sorano (93-138) realizó descripciones precisas de estas enfermedades, y Galeno (130-200) consideró que los trastornos mentales tenían un origen cerebral.

Surge la declaración de enfermedad mental

Con el inicio de la Edad Media desaparece esta incipiente actitud científica ante la enfermedad mental, que pasa a ser considerada de nuevo como posesión diabólica: la superstición, la demonología y el exorcismo vuelven a ser esgrimidos en toda su amplitud.

Solamente en los países árabes permanecieron activos los aspectos humanos y naturalistas del pensamiento hipocrático. En Europa los clérigos fueron los encargados del cuidado de los enfermos, y precisamente por ese sentido demoníaco que se tenía de la enfermedad mental se practicaron terapéuticas brutales y punitivas, como torturas y hogueras, entre otras.

Los primeros centros psiquiátricos

Sin embargo, también durante esta época se aprecian nuevos intentos de tratar más humanitariamente al enfermo mental. Así, fray Gelabert Jofré crea en Valencia, en 1409, el Hospital de Foles e Inocents, el primer centro psiquiátrico del mundo.

En Londres, el Bethlem Hospital es utilizado desde 1547 para el tratamiento de los enfermos mentales. Pero es Johann Weyer (1515-1588) quien realizará una gran crítica de la demonología. No solo ataca las argumentaciones supranaturales, sino que describe diversos cuadros psiquiátricos y reconoce la importancia que sobre ellos tienen las vivencias de la infancia y el ambiente. Con Weyer el enfermo pasa de ser competencia de los clérigos a serlo de los médicos.

El surgimiento de la psiquiatría científica

Aún tendrían que transcurrir dos siglos para que el francés Ph. Pinel (1745-1826) sentara las bases para el establecimiento de una psiquiatría científica al transformar el asilo parisino de Bicétre, donde los enfermos permanecían encadenados, en un auténtico hospital psiquiátrico en el que el enfermo era estudiado a través de una observación clínica rigurosa en un método experimental.

Su discípulo y sucesor Esquirol (1772-1840) continuó las reformas sobre los cuidados hospitalarios del enfermo mental y fundó la escuela psiquiátrica más importante del siglo XIX, en la que figuran Baillafger, Bayle, Fabret, Moreau, Guislain, etcétera.

En la segunda mitad del siglo XIX se aprecia un auge extraordinario de la psiquiatría germana, que comienza con Griesinger (1817-1868) y Kahlbaum (1828-1899). Pero fue especialmente E. Kraepelin (1856-1928) quien, entre otras cosas, desarrolló un sistema de clasificación descriptiva sistematizada de los trastornos psiquiátricos, que fue ampliamente aceptado. Su libro Tratado de Psiquiatría, aparecido en 1883, influye aún, después de ocho ediciones, en el pensamiento contemporáneo. En su intento de comprender la enfermedad mental a través de la psiquiatría comparada, el pensamiento de Kraepelin constituye uno de los pilares sobre los que se basa la psiquiatría actual.

Otro de estos pilares es la concepción dinámica del enfermar psíquico, iniciada por Sigmund Freud (1856-1939) con el desarrollo de su teoría psicoanalítica. Este psiquiatra austríaco y sus discípulos relevantes C. G. Jung (1875-1961), A. Adler (1870-1937), H. S. Sullivan (1892-1949), junto con los representantes de la fenomenología psiquiátrica como Jaspers, Minkowsky, V. Gebsattel, y algunos más, constituyen un progreso de excepcional importancia para el conjunto de la psiquiatría.

Conclusión

Estas últimas tendencias históricas han prolongado su acción en el curso de este siglo, cuyos progresos técnicos sobre todo en el campo de la farmacología y la bioquímica han aportado nuevas terapéuticas somáticas. Ello, unido al rápido desarrollo de nuevas ciencias, como la psicología, la sociología o la antropología, ha hecho que el antiguo aislamiento del psiquiatra, tanto en la práctica hospitalaria como en el tratamiento extrahospitalario, haya disminuido para ceder el paso a una mayor colaboración y comunicación con otros miembros de la profesión médica y otras especialidades, al igual que con la sociedad.

Fuente: Temas Clave de Aula Abierta Salvat – Psiquiatría hoy. Publicado en el año 1982
Autores: Salvador Cervera y Ricardo Zapata

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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