Sociedad

Las balas de hielo

Carlos Alberto Carcagno escribió lo que viene a continuación en un tema que inició en el mes de agosto del año 2013 en los Foros de Batiburrillo. Lo acabamos de recuperar para todos vosotros.

En Internet hay muchos mitos y discusiones acerca de ellos. Uno que es favorito desde hace tiempo es el de las balas o proyectiles de hielo.

Los que dicen que no pueden existir, generalmente razonan que la detonación de la pólvora derretiría rápidamente el proyectil, a lo que otros le suman también el rozamiento del aire y el disparo a distancias considerables.

¿Existen las balas de hielo? No puedo afirmar que existen, pero tampoco puedo decir que no son posibles, como se apresuran muchos a afirmar.

Primero, deberíamos considerar para qué querría alguien usar una bala de hielo y cuál sería la forma en que se llevaría a cabo el atentado.

Se dice que se derretiría después del impacto, no dejando ningún rastro balístico. Luego, no deberíamos esperar que se creara un arma así para una guerra declarada o para que se usara en cualquier acto lícito -como el uso policial-, sino en muertes en las que no deben quedar rastros. Esto nos conduce tanto a los ilícitos corrientes como a las actividades secretas de los gobiernos. Muertes por encargo.

En ese marco, lo más común es que el sicario aceche a la víctima y la sorprenda a muy corta distancia, cuerpo a cuerpo o a quemarropa. Magnicidios como la muerte de un presidente importante hacen improbable el ataque a corta distancia, dados los cordones de defensa que se levantan alrededor de tales personajes. Pero, mayormente, casi todos los crímenes por encargo son a corta distancia y en condiciones prefijadas. Hay una inteligencia previa.

Una forma barata de liquidar a una persona sin dejar abierta la posibilidad de estudios balísticos es el uso de una pistola de aire comprimido con una munición esférica maciza. El agente embosca a la víctima y le dispara en la sien. No hay huellas balísticas, no hay ruido significativo y la víctima casi siempre muere un tiempo después. Se mueve en estado de shock y cae en otra parte.

Existen armas más elaboradas, algunas de las cuales necesitan de una tecnología no disponible en todos los lugares del mundo. Un ejemplo de esto es el de los proyectiles o dardos de botulinas concentradas. También hay proyectiles o dardos con ricina, mucho más fácil de conseguir (con menos tecnología), aunque no ciento por ciento efectiva como la botulina.

También podrían utilizarse otros venenos o drogas muy concentradas. Pero ya vamos viendo algo: estas armas se disparan con aire comprimido o alguna cápsula con gas -inactivo químicamente- altamente comprimido.

O sea, si existiese una bala de hielo, no estaría en la punta de un cartucho o de una cápsula con explosivo, sino que se dispararía mediante la descompresión de un gas o una mezcla de gases.

Así, queridos amigos de Internet, un poco más de imaginación a la hora de razonar si algo es posible o no. ¿Existen las balas de hielo? No sé, pero no son imposibles.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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