Es algo que la mayoría sabemos. El efectuar paseos por caminos pisando hojas y viendo como los árboles están llenos de frutos contribuye a levantar el ánimo y a algo más. Los colores verdes son muy buenos para la salud. Si además se combinan el verde del campo con el azul del mar, mejor que mejor.
Si las imágenes idílicas que se observan al ir andando por el campo se comparan con lo que encontramos cuando paseamos por una ciudad, no hay color. Los coches que pasan, las multitudes que te interrumpen pendientes de su móvil, y hasta el hormigón y el cristal, reducen tu bienestar. Pero ello no significa que el andar por la ciudad no sea bueno.
A pesar de que, por lo que hemos visto, el caminar por el campo es muy bueno tampoco está mal dar paseos por la ciudad. Varios investigadores han encontrado múltiples beneficios para la salud mental que trae consigo el andar por la calles de la ciudad en la que vives o en la que estás visitando. Solo debes buscar el camino que más te satisfaga y examinar el entorno con el fin de realizar nuevos descubrimientos.
Lo bueno que tienen los árboles en la ciudad
En la ciudad los árboles juegan un importante papel, son un atractivo aditivo en las calles, que sirven para llenar de satisfacción a todos los que caminan. Whitney Fleming, investigadora de psicología ambiental de la Universidad de Bangor en Gales en el Reino Unido, ha dicho lo siguiente: «Miren el verde. La mayoría de las ciudades tienen zonas verdes. No importa dónde estés, puedes encontrar un bonito árbol«.
Caminar de forma moderada es bueno para la salud en general. Gracias a ello se reducirá la hipertensión, el riesgo de problemas cardíacos, la demencia, la depresión y muchos tipos de cáncer. Caminar en la naturaleza no es solo cuestión del ejercicio. «Los seres humanos tienen una tendencia innata y evolutiva a sentir afinidad por la naturaleza«, ha dicho Whitney Fleming.
Whitney Fleming ha añadido lo siguiente: «Contar con elementos naturales que contemplar en las ciudades es realmente importante en términos de estos efectos, porque aún se pueden obtener beneficios incluso cuando no se está en un entorno natural«.
Otras opiniones
No todos los investigadores opinan lo mismo. Algunos afirman rotundamente que es mucho mejor el caminar por la naturaleza con el fin de vencer la ansiedad y otros males. Ello no significa que el acudir a una plaza y contemplar todo lo que se encuentra en ella es tan bueno como sumergirse en espacios en los que solo hay hierba, plantas y árboles.
Según César San Juan Guillén, profesor de psicología social en la Universidad del País Vasco, en España, «el contemplar vistas panorámicas en ciudades provoca una especie de fascinación suave. Este tipo de atención involuntaria puede ser más eficaz para recuperar el tipo de atención que agotamos a través del trabajo o el estudio«.
Conclusión
Está claro que andar es bueno, tanto en el campo como en la ciudad. En la naturaleza el entorno nos conquista en la mayoría de los casos, y el aire es más saludable. Pero no quiere decir que la ciudad no nos suministre beneficios. Además de las paredes blancas y de los pasos de cebra, existen otros elementos que sirven para fascinarnos.