Se espera que el mercado global de diamantes cultivados en laboratorio acumule USD 27,6 mil millones para 2023
La industria de los diamantes cultivados en laboratorio está tomando cada vez más impulso dentro del mercado global. Los principales factores que influyen en este crecimiento son las regulaciones ambientales establecidas por diferentes países en cuanto a la extracción de diamantes naturales, sumado a la alta demanda de estos productos por parte de varias industrias, entre ellas la electrónica y la industria de creación de diamantes a partir de cenizas.
Los diamantes naturales no son más que el resultado del carbono presente en la corteza terrestre tras exponerse a condiciones extremas de presión y temperatura. Los diamantes sintéticos, incluyendo los diamantes a partir de cenizas se elaboran en laboratorio, sometiendo el carbono a diferentes procesos químicos y físicos.
En esta oportunidad, hablaremos de cómo la industria de los diamantes cultivados en laboratorio es ahora una de las opciones más sustentables y prácticas a la hora de elaborar diamantes, haciendo que sus proyecciones a futuro sean cada vez más prometedoras, incluyendo el sector de los diamantes a partir de cenizas.
Una descripción general del mercado diamantes cultivados en laboratorio en 2020
Según un informe de 2019 sobre las estadísticas y hechos de la industria del diamante, las reservas mundiales de diamantes se estiman en aproximadamente 1.200 millones de quilates, de los cuales Rusia produce unos 650 millones.
Sin embargo, durante los últimos años, los usuarios han reducido su tendencia a comprar diamantes naturales, principalmente por las consecuencias negativas que involucran los procesos de extracción para el medio ambiente. Además, se ha dado a conocer que esta industria está llena de conflictos que involucran la violación de los derechos humanos o la financiación de las guerras civiles y los disturbios políticos.
En vista de esta realidad, los diamantes a partir de cenizas y otros diamantes cultivados en laboratorio son mucho más responsables y están alineados con los valores éticos de los consumidores de hoy en día. De hecho, la producción mundial de diamantes sintéticos para uso industrial se valora actualmente en 14.600 millones de quilates.
Los diamantes de las cenizas son también una forma cada vez más popular de conmemorar a los seres queridos fallecidos en España.
Tipos de diamantes cultivados en laboratorio y su tecnología
Gracias a los avances en la tecnología, los científicos pueden ahora crear gemas tan sofisticadas como los diamantes a partir de cenizas. Otros tipos de diamantes cultivados en laboratorio incluyen:
- Diamantes estimulados:
Este tipo de piedras lucen como diamantes, mas no tienen las mismas propiedades ópticas, físicas y químicas que un diamante natural. Entre las modalidades más utilizadas que se encuentran dentro de esta categoría, podemos encontrar; cuarzo incoloro, topacio, zafiro, berilo, circonita cúbica y moissanites.
- Diamantes cultivados:
Los diamantes cultivados en laboratorio mantienen la misma composición química y estructura física que un diamante natural. De hecho, sus diferencias no pueden ser percibidas al ojo humano, sino a través de procedimientos específicos.
Los diamantes a partir de cenizas son el tipo más común de diamantes cultivados y se crean utilizando dos procedimientos de laboratorio diferentes:
HPHT (Alta Presión Alta Temperatura)
Es el proceso más empleado para elaborar diamantes cultivados en laboratorio, incluyendo los diamantes a partir de cenizas. Se caracteriza por aplicar elevadas temperaturas y presión a la fuente de carbono, asemejando las condiciones de la corteza terrestre donde se forman los diamantes naturales.
En el caso de los diamantes a partir de cenizas, la fuente de carbono sería por lo menos 200 gramos de cenizas. A través de procesos químicos se extrae el carbono de las cenizas y luego purificado hasta conseguir una pureza del 99.99%.
El grafito resultante se coloca en una cápsula dentro de una cámara especial que será presionada por tres diferentes prensas. Allí se someterá a niveles de presión de 6000 BAR y temperaturas de hasta 3000 K que lograrán cristalizar, creando así un diamante a partir de cenizas.
CVD (Deposición Química de Vapor)
También se conoce como método de vapor químico y es el segundo procedimiento más utilizado para elaborar diamantes sintéticos, incluyendo los diamantes a partir de cenizas. En este proceso se introducen gases de hidrocarburos como el metano y el hidrógeno en una cámara especial.
A través de microondas y una temperatura de 800º C, las moléculas de hidrógeno se separan, y se rompe la molécula de metano quedando únicamente el carbono presente en este gas. Estas moléculas de carbono se acumulan en el fondo de la cámara, creando capas de diamante sobre láminas o semillas de diamante, mientras que el hidrógeno es desechado.
El resultado es un diamante único cultivado en el laboratorio.
¿Cómo diferenciar entre diamantes naturales y diamantes cultivados en laboratorio?
Para el ojo humano es imposible diferenciar entre un diamante natural y un diamante cultivados en laboratorio. Sin embargo, existen pruebas que permiten reconocer estos detalles:
- Magnetismo
El proceso de elaboración de diamantes sintéticos HPHT normalmente incluye el uso de solventes metálicos que genera inclusiones de metal microscópicas que hacen que el diamante pueda ser atraído por un imán de neodimio. Los diamantes naturales, o incluso los sintéticos que estén libres de inclusiones de metal, como los diamantes CVD a partir de cenizas, no serán atraídos por el imán.
- Test de Radiación UV
La gran mayoría de los diamantes naturales poseen nitrógeno en su composición y son de tipo I, que los hace opacos para una luz UV de onda corta. Sin embargo, los diamantes cultivados en laboratorio incoloros son de tipo IIa son transparentes para este mismo tipo de iluminación.
- Diferencias de color
Los diamantes cultivados en laboratorio, incluyendo los diamantes a partir de cenizas se fabrican en tonalidades blancas, amarillas, azules, rosas y verdes, con grados de color que van desde la escala D hasta la K. Sin embargo, los diamantes naturales se encuentran en una gama de tonalidades y niveles de saturación infinita, ya que esta tonalidad viene dada por las “impurezas” que quedan atrapadas durante su creación.
La demanda de diamantes cultivados en laboratorio está aumentando y con buenas proyecciones para el futuro debido a sus características de producción y origen, como en el caso de los diamantes a partir de cenizas. Además, son muy prácticos para su uso en la industria de la joyería o incluso en la industria electrónica.