
Cada vez es mayor el número de estafas a través de Internet. Los ciberdelincuentes proliferan por doquier utilizando técnicas tradicionales y otras nuevas para conseguir lo que quieren. Su fin es conseguir dinero. Para ello recurren a sistemas sofisticados con el fin de apropiarse de datos personales y de empresas.
El typosquatting lleva tiempo presente pero en estos momentos está muy activo. Cuando alguien escribe la URL de una página web puede confundirse, tanto al escribirla en la barra de direcciones o al enviarla por correo. Ello trae consigo que se efectúe el acceso a una página que no es la que se pretende.
Los males del typosquatting
Lo normal es que en principio la página a la que se accede sea similar o igual a la que creemos que estamos accediendo. Ocurre algo similar a cuando pulsamos sobre un enlace en un mensaje de phishing. Los ciberdelincuentes, para conseguir lo que quieren, registran nombres de dominio similares a otros de reconocida solvencia.
Al acceder a la página engañosa es posible que se descargue malware, que proporcionemos datos personales o que realicemos pagos que no debemos hacer. El caso más típico es el que se da cuando pensamos que estamos entrando en la web de una entidad bancaria y no es así. Son muchos los bancos que están padeciendo este mal por parte de sus clientes y el engaño está en constante aumento.
Todos los que caen en la trampa del typosquatting pueden sufrir notables daños, la mayoría irreversibles. Por ello es obligado el examinar la URL de la página a la que se ha accedido comprobando si el dominio es el adecuado.
A tener en cuenta
No solo los usuarios personales sino también las empresas sufren las acciones del typosquatting. Si se ofrece una copia de un sitio web en la que el fin es engañar a los usuarios, los propietarios del espacio original lo normal es que sufran grandes prejuicios.
Los propietarios o responsables de algunos sitios web están registrando versiones similares del dominio con el fin de evitar que los usuarios de los mismos caigan en la trampa de la que hablamos. Para ello, los responsables de los sitios tienen que armarse de paciencia y buscar todos los nombres de dominio que se parezcan al suyo y registrarlos como propietarios de los mismos.
Conclusión
Con el fin de evitar el typosquatting, los propietarios de sitios web de alta solvencia deben hacer lo que hemos indicado en el apartado anterior. No está de más el activar el acceso MFA (autenticación multifactor), que obliga a los que inicien sesión en el mismo a recibir un código en una notificación por medio de un SMS o a través del correo electrónico, necesario para el acceso.