Sociedad

Los perros quieren a los que los acogen: amor y ternura

Los perros pueden vivir con nosotros, pero los que nos ocupamos de atenderlos debemos ser conscientes de que no a todas las personas les gustan los animales.

No logro entenderlo. No comprendo como hay personas capaces de maltratar a los perros, a los gatos y a otros animales. Como pueden abandonarlos después de haberse aprovechado (disfrutado) de ellos. Como pueden pegarles y hasta mutilarlos. Pero lo vemos todos los días, en noticias que leemos en los periódicos en papel y en Internet, en los telediarios… Se me encoge el alma, como le ocurre a todos los que consideramos que los animales, como nosotros, son seres vivos, con sus derechos, a los que debemos respetar y cuidar.

Todos los que tenemos una o más mascotas conocemos su lealtad, su capacidad de renuncia, su amor hacia el amo (o propietario) y allegados. Una muestra de ello es la foto que tenéis arriba. El perro le da un beso al bebé como el sabe, y el chavalín disfruta con ello. Una imagen enternecedora. Muchos tendrían que aprender de ello. Ya sé que habrá algunos que no entenderán el mensaje y hasta criticarán mis palabras, pero no importa, el problema es de ellos.

Para saber todo lo que te da un perro solo necesitas vivir con él. Irás comprobando poco a poco su agradecimiento, descubrirás su fidelidad. Te lo regala todo a cambio de un poco de comida y de algunas dosis de amor. Nunca te dejará solo. Es evidente que el cuidado que necesita supone esfuerzos. Descubrirás que no puedes llevarlo a muchos sitios, a pesar de que su comportamiento sea mejor que el de muchas personas, y ya no digamos de la limpieza. Si su amo no se preocupa de recoger sus excrementos, él es el sucio, no el animal.

Si hemos tenido, o vamos a tener, la suerte de disfrutar de unas vacaciones en una playa, comprobaremos la basura que invade la mayoría de ellas. Multitud de desperdicios, entre los que se encuentran colillas y plásticos, altamente contaminantes, que muchos abandonan en la arena, que no son capaces de depositar en los contenedores de basura. Y después, estos inconscientes, que no les importa la contaminación y la destrucción de la naturaleza, protestan porque un perro, controlado por su amo, se atreve a pisar la arena. Así somos, o, mejor, son algunos.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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