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¿Quieres cambiarte de banco? Ahora es más fácil, con la Ley de Portabilidad Financiera

¿Quieres cambiarte de banco? Ahora es más fácil, con la Ley de Portabilidad Financiera

Te decimos qué pasos debes seguir para cambiarte de institución financiera de manera rápida y sencilla.

Tras casi dos años de tramitación, el pasado mes de mayo el Congreso de Chile aprobó la Ley de Portabilidad Financiera, la cual entró en vigor este 8 de septiembre. En palabras sencillas, esta nueva normativa pretende simplificar y agilizar el proceso de cambio entre instituciones financieras, especialmente bancos.

El proyecto está pensado para que tanto individuos como empresas puedan tener acceso a más y mejores productos financieros en el banco de su elección, sin que la transición les cueste mucho dinero o tiempo. Ya sea que quieras portar una tarjeta de crédito o un crédito de consumo, ahora es muy sencillo.

¿Cómo funciona esta nueva ley?

El proceso para portar servicios de índole financiera se puede hacer de dos maneras. Para la primera solo es necesario ir al banco al que uno quiere transicionar y solicitar el cambio. El proceso se llevará a cabo entre las instituciones.

Para la segunda forma solo es necesario solicitar un certificado de liquidación a la institución actual. Se trata de un documento que enlista todos los productos financieros contratados actualmente (cuenta corriente, fondo de ahorro, chequera electrónica, tarjeta de crédito, crédito hipotecario, etc.). Este se lleva al nuevo banco, donde podrán ofrecerte mejores productos. Después se firma una solicitud de portabilidad para dar inicio al proceso.

Cabe mencionar, que con la Ley de Portabilidad Financiera el cliente ya no es quien realiza todo el trámite. Ahora es el nuevo proveedor quien toma la responsabilidad de la transición, incluyendo pagar deudas y dar por terminada la relación con el antiguo banco.

¿Cómo son ahora los refinanciamientos de crédito?

Dado que todos los productos financieros están sujetos a la portabilidad, también es posible refinanciar créditos. Sin embargo, el proceso es un poco distinto. Hay que llevar a cabo una subrogación especial de créditos, la cual permite que la nueva entidad se vuelva beneficiaria de la garantía en cuanto se paga a la antigua institución. Es importante mencionar que no se necesita constituir una nueva garantía.

Con la ley, el proceso de refinanciamiento tardará alrededor de 45 días (antes demoraba alrededor de 75). También constituye un ahorro de dinero, y es que se estima que refinanciar un crédito hipotecario de, por ejemplo 1000 UF, baje de $700,000 a $280,000 (disminución del 60%).

En conclusión, el cambio entre bancos ya no es un proceso tardado, caro ni burocrático. Familias y negocios chilenos pueden portar sus productos al banco que ellos quieran, para aliviar sus bolsillos y mejorar la economía del país.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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