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Si estás estresado, apaga el teléfono

El teléfono móvil forma parte de nuestras vidas. Aunque muchos solo lo utilizamos de vez en cuando, hay otros que dependen totalmente de él.

Si estás estresado, apaga el teléfono

Seguro que estás pensando ¿qué relación tiene el teléfono con el estrés? Pues sí, están muy relacionados. Tal vez tú no pertenezcas al grupo de personas que dependen de este dispositivo móvil, o tal vez sí. En cualquier caso estarás de acuerdo conmigo en que cada vez hay más personas, jóvenes y no, que dependen del teléfono.

Utilizando un chiste para confirmar lo que digo

Hace ya algún tiempo leí un chiste, no recuerdo dónde, en el que un muchacho acudía al médico para contarle sus problemas de salud:

«Doctor, me duelen los ojos. Experimento un continuo hormigueo en los dedos. Habitualmente ando encorvado. Me aqueja durante muchas horas un total desasosiego. ¿Qué tengo doctor?«.

La respuesta del médico fue clara y precisa: «Lo que usted tiene es un iPhone o un Android«.

Resultados de una investigación al respecto

Al parecer lo anterior es cierto, tal como explicaron un grupo de investigadores de la Universidad de Worcester. La conclusión a la que llegaron es clara y concisa: si estás estresado, apaga el móvil. Hay una relación entre el número de veces que una persona comprueba los mensajes de su teléfono inteligente y el nivel de estrés.

¿Perteneces al grupo?

Si eres una de esas personas y llegas al caso extremo, al modo super-estrés, notarás extrañas vibraciones que provienen de tu dispositivo, como si éste estuviese hirviendo y te trasmitiese su energía negativa.

Compraste tu móvil con el fin de conseguir una mejor gestión de tu vida virtual, y también real, pero puedes llegar a perder el control cuando el nivel de exigencia alcanza elevadas cimas. No lo dudes, si llegas a ese extremo, apaga el teléfono y olvídalo en un cajón de la cómoda o de la mesilla de noche.

¿Eres de los que no puedes vivir sin el teléfono?

Me pasa todos los días cuando salgo a pasear por la calle. Voy tranquilamente andando por la acera y veo que alguien viene de frente subyugado por el móvil. Si no me aparto, me lleva por delante. Me ha pasado en más de una ocasión y el individuo o individua móvil-dependiente choca contra mi y no se da por enterado. Sigue hacia delante como si nada hubiese pasado.

Vivo en una avenida que tiene bastante tráfico automovilístico y también veo cada día que unas cuantas de estas personas se ponen a cruzar la calle por un lugar prohibido, sin fijarse si viene o no algún coche. Su dependencia del teléfono móvil les impide comprobar si se están jugando la vida.

Conclusión

Opino que la dependencia del teléfono móvil seguirá creciendo. Que cada vez habrá más jóvenes y mayores que caminarán estresados, que se sentarán en la terraza de un bar sin darse cuenta de que les han puesto la consumición en la mesa, y que serán protagonistas de una interminable lista de acciones que llaman la atención de los que están o pasan por su lado.

Si perteneces al grupo, no dudes en hacer lo que indicamos en el título de esta publicación: si estás estresado, apaga el teléfono. Añadimos además una nueva recomendación: no lo vuelvas a encender en una semana.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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