
El exceso de peso es malo para todos. Nunca debemos sobrepasar unas medias ya que si no es así podremos tener problemas de salud. Desde hace más de diez años surgió una serie de medicamentos que prometían soluciones fáciles para bajar de peso. Pero traían consigo algún que otro problema. Aunque ayudaban a perder peso también producían la pérdida de masa muscular.
El profesor Atan Gross, del Instituto de Ciencias Weizmann, y su equipo de investigación identificaron una proteína en las células musculares llamada MTCH2, o Mitch, que desempeña un papel clave en el metabolismo. Al desactivar el gen Mitch en ratones se comprobó que se volvieron resistentes a la obesidad y además su resistencia se incrementó gracias a un aumento significativo de la actividad metabólica.
Sobre la investigación de quemar grasa
En un nuevo estudio realizado por el equipo de Atan Gross y publicado en The EMBO Journal, se descubrió que desactivar Mitch en células humanas también acelera la quema de grasas y carbohidratos. Y lo que es aún más emocionante, impide por completo la formación de nuevas células grasas.
A pesar de que estos cambios positivos trajeron consigo un mejor rendimiento en pruebas de esfuerzo y en la función cardíaca, dejaron a los investigadores ante un misterio: ¿Cómo la falta de una sola proteína hace que el cuerpo se vuelva obeso, y también disminuye la resistencia muscular?
La búsqueda de una respuesta condujo a los investigadores a las centrales eléctricas de la célula, a las diminutas mitocondrias, orgánulos responsables de producir energía e impulsar el metabolismo celular. Los investigadores dijeron al respecto lo siguiente:
«Tras eliminar a Mitch, examinamos, cada pocas horas, el efecto que esto tuvo en más de 100 sustancias que participan en el metabolismo de las células humanas. Observamos un aumento en la respiración celular, el proceso mediante el cual la célula produce energía a partir de nutrientes, como carbohidratos y grasas, utilizando oxígeno. Esto explica el aumento de la resistencia muscular en experimentos previos con ratones«.
Hay que quemar grasa no solo calorías
Atan Gross ha explicado lo siguiente: «Descubrimos que eliminar a Mitch condujo a una caída importante en las grasas en las membranas. Al mismo tiempo, vimos un aumento en las sustancias grasas utilizadas para producir energía, y nos dimos cuenta de que la grasa se estaba descomponiendo de la membrana para ser utilizada como combustible. En otras palabras, demostramos que Mitch determina el destino de la grasa en las células humanas«.
«Cuando eliminamos a Mitch de las células progenitoras, descubrimos que el entorno creado en estas células no era propicio para la síntesis de nuevas grasas. Reducir la capacidad de sintetizar membranas impide que las células crezcan, se desarrollen y alcancen el punto de diferenciación«.
«El proceso de acumulación de grasa requiere una gran cantidad de energía disponible, pero en las células sin Mitch, hay escasez de energía. Además, se suprime la expresión de los genes necesarios para la diferenciación y hay escasez de sustancias vitales para que este proceso ocurra. Como resultado, se reduce la diferenciación de nuevas células grasas, junto con la acumulación de grasa«.
Conclusión
En estos momentos el equipo de investigación está trabajando en un programa integral para desarrollar una nueva molécula pequeña que se centre en inhibir el Mitch y que podría servir como tratamiento eficaz para la obesidad.
Está claro que lo indicado será la forma más fácil y eficaz de luchar contra la obesidad. Todo se centra en la molécula Mitch, una proteína que es vital no solo para la fusión mitocondrial, sino también para la diferenciación de las células grasas.