Rebuscando en mi memoria, afloró a la luz, un extraño rito. Mi abuela encendía, el primer viernes de la primavera, una vela que mantenía prendida durante una hora. El segundo viernes, encendía dos velas durante el mismo tiempo. El tercer viernes, tres velas y así sucesivamente.
Cada vela tardaba exactamente cuatro horas en consumirse totalmente.
¿Cuál debe ser el número de velas n para que justo el n-ésimo viernes termine con el consumo total de todas las velas?