
Cada vez hay más microplásticos en una gran cantidad de espacios. El control sobre la producción de los mismos apenas existe, a pesar de las protestas que hay a nivel mundial sobre estos productos contaminantes. El mayor problema producido es que se introducen en nuestro organismo provocando daños irreversibles en la mayoría de los casos.
Según un nuevo estudio efectuado en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Rhode Island, y publicado en Environmental Research Communications, estas partículas pueden moverse por todo nuestro cuerpo, llegando al cerebro y acumulándose en el mismo. Ello trae consigo la generación de daños similares a los que produce el Alzheimer.
Sobre el estudio efectuado
El profesor que dirigió la investigación, Jaime Ross, examinó ratones que habían sido modificados genéticamente para incluir el gen natural APOE4, un fuerte indicador del riesgo de Alzheimer, lo que hace que las personas tengan 3,5 veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad que aquellos que portan la variante APOE3 del gen que se transmite de padres a hijos.
Ross dijo lo siguiente: «En estos ratones, al igual que en las personas, no hay garantía de observar cambios cognitivos. Podríamos tener gemelos idénticos portadores de APOE4, uno con una salud cognitiva completa, y el otro podría desarrollar Alzheimer«.
«Esto nos indica que hay un factor relacionado con el estilo de vida y el entorno. Estamos estudiando factores modificables relacionados con el Alzheimer: la dieta, el ejercicio, las vitaminas y, sobre todo, las toxinas ambientales como los microplásticos. Si una persona es portadora de APOE4 y consume muchos microplásticos, ¿contribuirá esto al Alzheimer?«
Cambios experimentados en la memoria y en el comportamiento
Para comprobar su capacidad de reconocer objetos nuevos, Ross colocó ratones en una cámara abierta con dos objetos distintos. Tras un tiempo para explorarlos, los ratones fueron retirados y devueltos más tarde, esta vez con uno de los objetos reemplazado por uno de forma diferente.
Los ratones hembra que fueron expuestos a APOE4 y a microplásticos tardaron bastante tiempo en reconocer los nuevos objetos. La causa es un deterioro cognitivo que afecta a la memoria. Los machos los reconocen mejor, con mayor rapidez.
A tener en cuenta
Se ha llegado a la conclusión de que los resultados obtenidos son preocupantes debido a lo que pueden afectar a los seres humanos. Ross ha dicho lo siguiente al respecto:
«No se ha invertido mucho dinero en los impactos de los microplásticos en la salud humana. Es interesante que lo que observamos en ratones sea similar a lo que observamos en el mundo real. Queremos fomentar la investigación sobre el flagelo de los microplásticos y nanoplásticos«.
Conclusión
Está claro que hay que seguir investigando sobre el tema, tal como indica Ross, y tomar medidas que frenen la producción incontrolada de microplásticos. Hay que estudiar su impacto en el agua y en los alimentos. Hay que analizar las vulnerabilidades en los niños, en los sistemas endocrino y reproductivo, y su relación con el cáncer y las enfermedades crónicas.