Cleopatra guardaba sus diamantes en un joyero de tapa corrediza. Dentro de la caja, para disuadir a los ladrones, había un áspid de mordedura mortal.
En una ocasión, un esclavo se quedó solo durante unos minutos en la estancia en la que estaba el joyero. Fue capaz de robar unas cuantas gemas, de enorme valor, sin sacar el áspid de la caja y evitando que este le mordiese. No utilizó nada para protegerse las manos. Realizó el robo en unos pocos segundos. Cuando salió de la habitación, el joyero y la serpiente se encontraban en el mismo estado que antes, salvo por los diamantes robados.
¿De qué ingenioso método se valió el esclavo para cometer el robo?