Sociedad

Eternamente masculino y corrupción

No hay duda de que la primera parte del título lo ha puesto una mujer. Eternamente masculino se corresponde con el original, el vídeo que nos cuenta en cinco episodios lo que algunos hombres tienen en su cerebro. Lo de corrupción lo he añadido yo. He de decirlo, que no todos somos iguales, pero también he de aclarar que tiene de malo el que nos gusten las mujeres, algunas mujeres. Para ello estamos aquí, para compartir, para combinar nuestros cuerpos y almas en disoluciones, que no mezclas, que sirvan para saciar nuestros instintos. Lo de robar (o chorizar) es cuestión aparte.

¿Por qué eternamente masculino?

Eso digo yo, por qué eternamente masculino y no habitualmente femenino. Ellas también miran para nosotros, ya sé que no para la misma zona, pero lo hacen con ojos como los nuestros, con miradas, en muchos casos, preñadas de lascivia (perdón por la exageración). ¿Es o no es así?

Corrupción

¿No es mejor mirar y disfrutar que chorizar lo que pertenece a otros? Aunque estos días, tal vez como consecuencia del mundial de fútbol, las cadenas televisivas no nos repiten a todas horas lo que ya estamos cansados de oír, no está de más el recordar los diferentes episodios sobre los pagos en negro (mejor en B) a cargos del PP, entre los que se incluye el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Se basan en los papeles de Luis Bárcenas que, el diario El País, sacó a la luz en enero del pasado año. ¿Que medidas se tomaron al respecto? Hasta ahora casi ninguna, sólo el ingreso en prisión del para muchos culpable del desaguisado. Todo sigue su curso, dicen algunos. La justicia es lenta, muy lenta. Y no pasa nada… ¿Cómo es posible que nuestro Presidente permanezca callado, cómo no es capaz de justificar la falsedad de la acusación, si es que es así? Aclaro que no sólo valen las palabras, todos sabemos que se las lleva el viento. La inocencia, cuando hay que probarla, se hace con hechos.

Eternamente masculino y corrupción

Más…

Y no me quedo ahí, tengo algunas preguntas más. ¿Llega la corrupción a tal nivel? ¿Son tan alarmistas los medios de comunicación? ¿Han orquestado una campaña de difamación de la clase política? ¿Son los políticos el prototipo de la corrupción? ¿Qué hay que hacer, debemos seguir los ciudadanos soportando esta sangría? De lo que no hay duda es de que el sistema democrático está fallando, que hay que reinstalarlo, actualizarlo o cambiarlo, como si de un sistema operativo informático se tratase.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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