Aunque ya lleva tiempo ahí, la Inteligencia Artificial está en estos momentos ocupando un lugar destacado en las noticias publicadas en diferentes medios. Todo ello debido a las capacidades que ofrece este sistema de mostrar resultados ante determinadas preguntas y de elaborar contenidos.
Bing, el buscador web elaborado y gestionado por Microsoft, lleva ya algún tiempo basándose en lo que hemos indicado. De forma similar Google está trabajando con Bard, un sistema basado también en la IA a la hora de responder a las demandas de los usuarios.
Sobre el sentido que tiene la Inteligencia Artificial en este campo existen varias discrepancias. Hay defensores y detractores del sistema. Así, por ejemplo, Elon Musk, el nuevo propietario de Twitter, está en contra de la IA aplicable en ciertos campos como, por ejemplo, el que gestiona Open AI, una empresa en la que tiene hecha una gran inversión y que se centra, en estos momentos, en la creación y gestión de ChatGPT.
Bill Gates, fundador de Microsoft, opina justo lo contrario que Elon Musk. Considera que la petición del propietario de Tesla, entre otras grandes compañías, no es adecuada, que su pedido por detener el desarrollo de la inteligencia artificial no es adecuado.
Sobre la Inteligencia Artificial
No es la primera vez que hablamos del tema. Así, por ejemplo, ya he escrito un artículo titulado Los daños que puede provocar la Inteligencia Artificial (IA), en donde hablo de lo bueno y de lo malo que trae consigo este sistema. Y no es la única publicación, he hecho algunas más.
Hoy me he decidido a volver hablar del tema debido a algo que me ocurrió hace unos días. Lo expongo a continuación citando los pasos recorridos:
- Me puse a buscar en Google, utilizando el criterio adecuado, los sitios web que incluyen referencias a Batiburrillo.net.
- Me encontré con un sitio que no conocía y, cual fue mi sorpresa, al comprobar que mostraba la copia de un artículo publicado en mi web.
- He de aclarar que el artículo tenía algunas modificaciones, muy pocas, en el texto. Me dio la impresión de que estaban hechas por un robot. Llegué a la conclusión de que la copia había sido hecha por uno de los complementos de WordPress que utilizan ChatGPT.
- Me llamó poderosamente la atención de que en dicho artículo, y en el resto de los que se muestran, no figura ninguno de los enlaces que figuran en el artículo original.
- Envié un mensaje, a través del formulario de contacto, al responsable del sitio web indicándole lo que había encontrado. Pasarón más de 24 horas y no obtuve ninguna respuesta.
- Comprobé que el servidor del sitio dedicado al plagio de artículos está amparado por una conocida red global que garantiza la seguridad, la privacidad, la rapidez y la fiabilidad de todo lo que conectes a Internet.
- Al día siguiente volví a acceder al citado espacio y descubrí que no era uno sino varios los artículos plagiados de Batiburrillo.net. Busqué al propietario del dominio .es que lo sustenta y, utilizando red.es, tras encontrarlo, le envié un comunicado desde Whois.
- Al día siguiente todos los artículos ya no figuraban en el citado sitio web. El propietario los borró todos, aunque no me envió ningún mensaje comunicándomelo, a pesar de que en el que le envié figuraba mi cuenta de correo.
El plagio continúa
Todos los días accedo al sitio web citado con el fin de averiguar si de alguna forma, el responsable del mismo, añade alguna página de mi sitio. En el viaje descubro cada día nuevos artículos, claro está, copiados de otros sitios, algunos de reconocido prestigio. (A continuación muestro una copia de parte de la página de Inicio).
No le veo mucho sentido a lo que está pasando. En el sitio citado no aparece ningún anuncio publicitario, por lo que no puedo saber cuál es o son los beneficios que obtiene su autor, el rey del plagio. Aclaro que no pongo un enlace al sitio indicado porque no quiero de ninguna forma contribuir a que el mismo adquiera popularidad.
