El Tema

¿Caminamos hacia la destrucción de las frases y de las palabras?

Existe un principio que aprendí cuando era estudiante de muy pocos años: siempre que escribas algo repásalo antes de entregarlo a tu profesor. Muchas personas no hacen esto nunca, y se creen que los que leen lo que han escrito han de entender lo que quieren decir. De ello hablamos a continuación.

¿Caminamos hacia la destrucción de las frases y de las palabras?

Me entristece que se mueran. Me refiero a muchos de los elementos que configuran las frases, que sirven para expresarnos, para transmitir ideas y explicar devenires. La prisa, la irreflexión, provocan la tragedia. Tal vez se pueda evitar la hecatombe. Escribamos y leamos lo escrito. Convirtamos la lectura en un placer. Para plasmar nuestras ideas necesitamos la palabra. Y la palabra no surge de la nada. ¡No matemos la palabra!

¿Hacia dónde camina la expresión escrita?

Se ha muerto la ortografía, con sus uves y sus bes, con sus emes antes de pe, con las tildes que coronan alguna de las vocales de las palabras agudas o graves y de todas las esdrújulas.

Agoniza la concordancia. Los verbos y los pronombres, los sustantivos y los adjetivos, rompen sus lazos, se separan, no se respetan. El vocabulario se empobrece. La palabra, rica y vivaz, se convierte en vulgar e imprecisa. Se suicidan las frases.

No hay sujeto ni predicado. Se entremezclan los elementos en construcciones carentes de sentido. Algunos signos de puntuación ya están sepultados. El principio (¿) de la oración interrogativa se ha diluido sumido en el olvido. (Lo que se aplica a un idioma, no es válido para todos).

Las comas, los puntos, el punto y coma, los dos puntos, se reparten caprichosamente, de manera aleatoria como lo hace la sal (pero sin gracia) cuando sazona el alimento.

¿Quiénes son los culpables?

¿Es culpa de las nuevas tecnologías? Sentados ante el ordenador, con el móvil entre nuestras manos, pulsamos el teclado, real o virtual, dejando que nuestra imaginación construya arbitrariamente monstruos sin cabeza. No hacemos una programación previa ni, posteriormente, revisamos lo escrito. Somos autosuficientes. No es necesaria la «vuelta atrás». Los errores quedan para «regocijo» de los lectores.

No solo me refiero a los mensajes que se envían a través de WhatsApp, Facebook, Twitter y similares, sino a lo que aparentemente se escribe, o debía escribirse, con calma, con tiempo para revisar y corregir. Me refiero a los comentarios que acompañan a artículos de blogs y de otras web, o a las publicaciones incluidas en los temas de muchos foros. ¿Hacia dónde camina la expresión escrita?

Conclusión

Como confirmación de lo que he escrito, copio a continuación, al pie de la letra, uno de los comentarios, escogido al azar, que se muestra en uno de los artículos de Lecciones. Podríamos encontrar más del mismo tipo, y aún peores, pero opino que con uno vale.

hola estoy tratando desde hace tiempó entrar a una cuenta de instagram el problema ea que cambio a text y igual no me deja entrar que hago si te dijo el nombre de la cuenta me dirias la contraseña asi entrop orque esa era mi cuenta a la que le cambiaron todo

Sin comentarios. (Perdón por el tópico).

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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