
No solo mejora la memoria, también eleva a altos niveles el estado de ánimo. Nos referimos a la música. Aludimos a escuchar canciones como elementos del proceso. Personas que padecen la enfermedad de Alzheimer o demencia senil, pueden incluir lo indicado en sus sistemas de tratamiento.
En un artículo, publicado en JNeurosci (The Journal of Neuroscience), se recoge información sobre una exploración efectuada por Kayla Clark, de la Universidad Rice, y Stephanie Leal, de la Universidad de California en Los Ángeles. Ambas científicas se centraron en explorar las características que incluye la música para mejorar la memoria en los seres humanos.
Sobre la investigación
Los participantes en el estudio vieron imágenes de asuntos cotidianos, de lo que hacían cada día. A continuación, las investigadoras, reprodujeron música y manipularon sus características.
Incluyeron canciones alegres y tristes, conocidas y desconocidas por parte de los que participaron en el estudio. Se vio que lo realizado no influyó en la capacidad de los participantes para recordar las imágenes. Lo que sí se mostró a nivel particular es que las respuestas emocionales provocadas por la música sí influyeron en la evocación de la memoria.
A tener en cuenta
La influencia en la memoria de los efectos indicados no fue el mismo para todas las personas. En algunas fue más intensa que en otras. Su intensidad fue diferente según los aspectos de la memoria que se activaban.
Kayla Clark dijo lo siguiente: «Cuanto más emotivas se volvían las personas con la música, más recordaban la esencia de un evento anterior. Pero quienes tenían respuestas emocionales más moderadas a la música recordaban más detalles de eventos anteriores«.
Se comprobó que la música puede ser una herramienta poderosa para modular la memoria y el estado de ánimo, ofreciendo potencial terapéutico para trastornos como el Alzheimer y la depresión. De ahí el sentido de lo que dijeron los investigadores. Un resumen de sus conclusiones es el siguiente:
«Descubrimos que las diferencias individuales en la activación emocional tras la exposición a la música influyeron tanto en la memoria general como en el rendimiento de la memoria detallada. En comparación con los controles, la música influyó específicamente en la memoria de detalles, lo que destaca su potencial para abordar aspectos específicos de la misma. Estos hallazgos sugieren que las intervenciones musicales podrían no mejorar la memoria de manera uniforme, lo que subraya la necesidad de enfoques personalizados para el tratamiento de los trastornos de la memoria y el estado de ánimo«.
Conclusión
Según lo dicho por los autores de este estudio, en su trabajo se destaca la especificidad con la que la música potencia aspectos de la memoria. Han marcado positivamente que las intervenciones musicales para mejorar la memoria en los pacientes podrían requerir una personalización, ya que la música no mejora la memoria de manera uniforme.
Lo indicado en el párrafo anterior se centra en que será necesario que cada persona o grupo de personas escuche música y canciones atrayentes para ella o ellas. Habrá que confirmar lo indicado con el fin obtener los resultados previstos.