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Vivir más años está vinculado a la actividad física

Debido a que evolucionamos para ser activos a lo largo de nuestras vidas, nuestros cuerpos necesitan actividad física para envejecer bien. De ello hablamos a continuación.

Vivir más años está vinculado a la actividad física

No es la primera vez que hablamos del tema: la actividad física contribuye positivamente a la hora de disfrutar de una vida más larga. Lo sabemos todos, pero ello no significa que muchos lo tengan en cuenta. Hay personas que, al llegar a una determinada edad, la que surge después de la jubilación se quedan en casa, solo salen a la calle de vez en cuando, para ir a la esquina.

El mantener fuertes los músculos y las articulaciones, gracias a la actividad física, es fundamental. Ello además va ligado a conseguir evitar el padecer ciertas enfermedades. Pero no muchas personas son capaces de contarte la historia de por qué y cómo se incorporó la actividad física a la biología humana.

Resultados de una reciente investigación

Un equipo de biólogos evolutivos e investigadores biomédicos de Harvard lo están intentando en un nuevo estudio publicado recientemente en PNAS. El trabajo presenta evidencia evolutiva y biomédica que muestra que los humanos, que evolucionaron para vivir muchas décadas después de dejar de reproducirse, también evolucionaron para ser relativamente activos en sus últimos años.

El director del estudio, el biólogo evolutivo de Harvard Daniel E. Lieberman, ha dicho lo siguiente: «Es una idea generalizada en las sociedades occidentales que a medida que envejecemos, es normal reducir la velocidad, hacer menos y jubilarse. Nuestro mensaje es el inverso, a medida que envejecemos, se vuelve aún más importante mantenerse físicamente activo«.

Los investigadores dicen que la actividad física, al llegar a una edad superior a los sesenta o sesenta y cinco años, desvía la energía de los procesos que pueden comprometer la salud hacia los mecanismos del cuerpo que la extienden. Dichos científicos plantean la hipótesis de que los humanos evolucionaron para permanecer físicamente activos a medida que envejecen y, al hacerlo, para asignar energía a los procesos fisiológicos que ralentizan el deterioro gradual del cuerpo a lo largo de los años. Esto protege contra enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 e incluso algunos cánceres.

El proceso de la investigación

El estudio utiliza a nuestros primos simios de los humanos como punto de partida. Los investigadores señalan que los simios, que generalmente viven entre 35 y 40 años en la naturaleza y rara vez sobreviven después de la menopausia, son considerablemente menos activos que la mayoría de los humanos, lo que sugiere que hubo selección en la evolución humana no solo para vivir más tiempo sino también para ser más activos físicamente.

Los investigadores examinaron dos vías por las cuales la actividad física de por vida reasigna energía para mejorar la salud. La primera vía implica alejar el exceso de energía de mecanismos potencialmente dañinos, como el almacenamiento de grasa en cantidades altas.

El equipo de investigación también identificó cómo la actividad física asigna energía a los procesos de reparación y mantenimiento. El documento muestra que, además de quemar calorías, la actividad física es fisiológicamente estresante y causa daños al cuerpo a nivel molecular, celular y tisular. La respuesta del cuerpo a este daño, sin embargo, es esencialmente activar una reconstrucción más fuerte.

Lo indicado incluye reparar desgarros en las fibras musculares, reparar el daño de los cartílagos y curar las microfracturas. La respuesta también provoca la liberación de antioxidantes y antiinflamatorios relacionados con el ejercicio y mejora el flujo sanguíneo. En ausencia de actividad física, estas respuestas se activan menos. Se ha demostrado que los procesos de reparación celular y del ADN reducen el riesgo de diabetes, obesidad, cáncer, osteoporosis, Alzheimer y depresión.

Lieberman dijo lo siguiente: «El punto clave para llevar a casa es que debido a que evolucionamos para ser activos a lo largo de nuestras vidas, nuestros cuerpos necesitan actividad física para envejecer bien. En el pasado, la actividad física diaria era necesaria para sobrevivir, pero hoy tenemos que elegir hacer ejercicio, es decir, hacer actividad física voluntaria por el bien de la salud y el estado físico«.

Conclusión

Los investigadores nos lo dicen claramente: levántate de la silla o del sofá y haz ejercicio. La clave está en hacer algo agradable y seguir haciéndolo. No es necesario ser muy activo. Con solo 10 o 20 minutos diarios es suficiente para reducir el índice de mortalidad.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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