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Y si desapareciese WhatsApp, ¿qué pasaría?

Exponemos nuestras ideas sobre el uso de la aplicación líder en mensajería instantánea, de WhatsApp. Indicamos lo que podría suponer su desaparición.

Y si desapareciese WhatsApp, ¿qué pasaría?

Llevo algún tiempo con la pregunta pululando en mi mente: ¿qué pasaría si WhatsApp dejase de existir? He puesto WhatsApp como referencia por ser la aplicación de mensajería instantánea más utilizada, pero no puedo desdeñar a otras incluidas en el mismo grupo, como pueden ser Telegram, Line, Wire o Signal, por solo citar otras cuatro.

Me voy a centrar, a pesar de la existencia de las otras apps, en WhatsApp. Sabemos que la mayoría de los usuarios de dispositivos móviles no pueden vivir sin ella. Podemos decir, sin temor a equivocarnos que es la aplicación, de todas las instaladas en el teléfono, más utilizada. Son muchas las personas que viven subyugadas por ella. Todo el día, y hasta por la noche, robándole tiempo al descanso, están pendientes de los mensajes que reciben y de los que envían o, mejor, reenvían.

Sobre WhatsApp

En el año 2009 salió a la luz esta aplicación que vino, en principio, a sustituir a los clásicos SMS, de solo texto, y a los MMS, que también permitían la inclusión de imágenes y otros archivos multimedia. En el año 2014 Jan Koum, creador de la popular herramienta en colaboración con Brian Acton, la vendió a Facebook.

Antes de su venta su popularidad y uso era muy grande, pero a partir del año 2014 el crecimiento, a pesar de algún que otro elemento negativo que acompañan a la aplicación, ha sido imparable. Mark Zuckerberg, uno de los fundadores de Facebook y gestor de la plataforma, ha aplicado importantes cambios en las propiedades de WhatsApp, algunas del agrado de los usuarios y otras no.

Sin WhatsApp

Si nos quedamos sin WhatsApp y también sin las aplicaciones similares, las consecuencias serían incalculables. A continuación mostramos algunas de las que consideramos importantes. Ya sé que nos vamos a quedar cortos, que no seremos capaces de reflejarlas todas, pero ello no es impedimento para que mostremos las que consideramos más importantes a continuación:

  • Muchas personas no sabrían que hacer durante el día. El teléfono móvil es el elemento fundamental en su diario devenir y, como ya hemos indicado, WhatsApp ocupa el primer lugar en la utilización del dispositivo.
  • Podríamos conseguir que nuestras relaciones sociales volviesen al pasado, adquiriesen lo que impone el ser y el estar. Podríamos hablar con nuestros amigos y conocidos sin el móvil en la mano. Cara a cara, examinando no solo las palabras sino también lo que insinúan los ojos.
  • No tendríamos que movernos por la calle dirigidos por lo que tenemos en la pantalla del teléfono. Llevarlo en la mano y, tras oír una notificación, examinar lo que acabamos de recibir. Y no solo eso, abrir la aplicación, si es que la teníamos cerrada, y responder con un mensaje de texto, con una imagen, con un vídeo, con un icono, con un mensaje de audio, o con una combinación de todos o algunos de ellos. WhatsApp nos marca profundamente nuestro paseo.
  • Perder la visión de manera paulatina. Está demostrado que las pantallas de dispositivos aceleran esta pérdida. Si además, caminando por la acera, sentados en un bar, o cruzando la calle, tenemos que examinar lo que aparece en un mensaje, nuestros ojos tendrán que ponerse a funcionar con intensidad, acelerando su deterioro.
  • Correr riesgos innecesarios es algo común cuando el móvil es nuestro centro. Ir por la acera, por un camino, bajar o subir unas escaleras, es algo muy frecuente en muchos usuarios que caminan centrados en el teléfono.
  • Exponernos a ser atropellados por un vehículo: un turismo, un autobús, una bicicleta y hasta una camión. Si nos ponemos a cruzar un semáforo en rojo subyugados por el móvil, ya sabemos cuales pueden ser las consecuencias. Y aún hay más, algunas personas cruzan la calle por cualquier lugar, totalmente prohibido, sin darse cuenta del riesgo que eso entraña.

Conclusión

Es evidente que los inconvenientes son muchos. Solo hemos reflejado unos pocos. Seguro que tú tienes alguno o algunos más. Puedes, si no te supone un esfuerzo, descubrírnoslos. A pesar de todo, creemos que WhatsApp seguirá ahí. Así que, los que lloraríais su desaparición, estad tranquilos. Lo que sí recomendamos es que los responsables de ésta y de aplicaciones similares añadiesen todo lo necesario para la protección de los usuarios. ¿Será posible?

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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